Los fabricantes de automóviles han invertido grandes sumas en el desarrollo de vehículos más ligeros

¿Tendrán un impacto los planes de la actual administración de los EE. UU. de revertir el endurecimiento de los estándares de los vehículos y las reglas de kilometraje que estableció la administración anterior?

Los espectadores piensan que cualquier efecto que tengan los cambios, en caso de tener lugar, se puede mitigar. Esto se debe a que los fabricantes de vehículos ya han invertido miles de millones de dólares en los siguientes modelos, que se han diseñado teniendo en cuenta estándares de combustible más estrictos, y a las regulaciones de eficiencia del combustible impuestas en los principales mercados de todo el mundo. Además, California y otros estados coordinan sus propias normativas conforme al programa de normas corporativas de economía de combustible promedio (CAFE, por sus siglas en inglés), y los fabricantes de automóviles prefieren no producir vehículos de mayor kilometraje solo para esos mercados más pequeños.

El programa CAFE de EE. UU. se estableció en 1975 para reducir el consumo energético aumentando el ahorro de combustible en automóviles y camionetas. Fue la respuesta de Washington al embargo de petróleo de la OPEP de 1973-74, cuando los estadounidenses tuvieron que esperar largas colas para conseguir gasolina, bajar los termostatos de sus casas y abrigarse mucho más. El objetivo inicial de CAFE era mejorar la seguridad energética de la nación, ahorrar dinero a los consumidores en el surtidor cuando se disparasen los precios de la gasolina e impulsar la innovación en la fabricación.

Cuarenta y un años después, en 2016, el gobierno federal incorporó estándares adicionales de eficiencia del combustible para vehículos de servicio mediano y pesado diseñados para ampliarse con el tiempo. Sin embargo, la nueva propuesta acabaría congelando los estándares en los niveles de 2020 durante seis años. Y STANLEY^® ya está haciendo su parte para ayudar a los fabricantes de automóviles a alcanzar sus objetivos de reducir las emisiones. Sus esfuerzos más recientes han permitido desarrollar una nueva forma de hacer las piezas de plástico más ligeras de lo que ya eran.

Los clips para los mazos de cables son igual de resistentes, pero un 28 % más ligeros y económicos que una pieza de plástico completamente sólida. —Rupert Becker Director de Gestión de la Línea de Productos Global
STANLEY^® Engineered Fastening

El año pasado, los ingenieros de STANLEY^® comenzaron a usar un aditivo durante el proceso de moldeado por inyección que añade de manera constante y predecible pequeñas burbujas de aire a las piezas de plástico. Como resultado, la primera pieza que se produjo, un clip que se usa en el mazo de cables de un vehículo Volkswagen, es igual de resistente, pero un 28 % más ligero y económico que una pieza de plástico completamente sólida y sin aditivos. Además del ahorro en costes asociado al uso de una menor cantidad de materia prima para cada clip, el tiempo de ciclo para producir la pieza es más corto.

"No es exactamente un material poroso, pero muy similar", dice Rupert Becker, director de Gestión de la Línea de Productos Global de STANLEY^® Engineered Fastening. "Hemos realizado pruebas exhaustivas con la pieza y funciona perfectamente".

El peso y los factores económicos asociados con la modificación del proceso de moldeado por inyección pueden parecer insignificantes en un pequeño clip de plástico, pero hay que tener en cuenta que hay cerca de 1000 elementos de fijación en un solo automóvil promedio. Solo hay que multiplicar eso por la cantidad de automóviles producidos cada año y se verá mucho más claro.

El clip más ligero es solo uno de los tipos de contribuciones que proveedores como STANLEY^® Engineered Fastening puede hacer para ayudar a los fabricantes de equipos originales, que están sometidos a una gran presión para reducir el peso de cada vehículo y lograr así una mayor eficiencia del combustible, a pesar de que el gobierno no lo exija por ley.